Amiloidosis y Mieloma Múltiple: conozca la relación entre estas enfermedades

Se estima que hasta un 15% de las personas diagnosticadas con Mieloma Múltiple desarrollan Amiloidosis de tipo cadena liviana amiloide (AL). Por eso, siempre que se llega al diagnóstico de Mieloma, es necesario dedicar una atención especial a esa enfermedad asociada.

Tanto en el caso del Mieloma Múltiple como en el de la Amiloidosis, las células plasmáticas – responsables por la producción de nuestros anticuerpos (inmunoglobulinas) – pasan a comportarse de manera anormal y producen en exceso proteínas, que se acumulan en el organismo y causan lesiones graves.

. Diferencias

. Otras enfermedades asociadas

. Síntomas y diagnóstico

. Tratamiento

. Contacto

Diferencias

En el Mieloma Múltiple, las células plasmáticas anormales de la médula ósea producen los anticuerpos llamados proteína M, cuya célula está formada por moléculas de cadena liviana y otras de cadena pesada.

Las de cadena liviana tienden a soltarse en gran cantidad en el torrente sanguíneo, tomando el lugar de las células saludables en sangre. Esa acumulación puede causar fracturas en las vértebras, daños en los nervios de la médula espinal, infecciones, alto nivel de calcio en sangre y falencia de los riñones.

Mientras que en la Amiloidosis, los plasmocitos pasan a crear la llamada proteína amiloide, cuyas cadenas livianas libres forman estructuras llamadas fibrillas amiloides, que al acumularse en diversos órganos, comprometen de manera irreversible el funcionamiento de cada uno de ellos.

El corazón, el hígado, los riñones, el sistema nervioso y el tracto gastrointestinal son los más afectados.

No es raro que ambas proteínas sean producidas en desequilibrio por el organismo. Cuando esto pasa, el paciente desarrolla las dos enfermedades.

Otras enfermedades asociadas

No es solamente el Mieloma Múltiple que está involucrado con la Amiloidosis. La tuberculosis y la artritis reumatoide también pueden estar asociadas a la misma.

Además, la Amiloidosis puede ser hereditaria y, en este caso, afecta especialmente a los nervios. Este tipo de enfermedad es más común en personas de origen portugués, sueco y japonés.

Síntomas y diagnóstico

En fase inicial, la Amiloidosis es una enfermedad silenciosa. Por eso, detectarla no es fácil. Los síntomas aparecen cuando la patología ya está en una fase más avanzada.

Debilidad; cansancio; dificultad para respirar, incluso en reposo; palpitación cardíaca; hinchazón en las piernas; pérdida de peso; sangrado; hematomas y mareos frecuentes son los principales síntomas.

Cuando la sospecha se acentúa, el médico solicita análisis de sangre y orina para detectar cualquier oscilación fuera del patrón. En algunos casos más graves, también es hecha una biopsia del órgano afectado.

Freelite® también debe ser usado en el diagnóstico de Amiloidosis, puesto que detecta y cuantifica las cadenas livianas libres en suero. Las fibrillas amiloides están compuestas de cadenas livianas monoclonales. La más común es de tipo lambda, en una proporción de 2:1 con relación a la de tipo kappa.

Tratamiento

Por ser una enfermedad incurable, el tratamiento de la Amiloidosis está asociado con el comprometimiento del órgano afectado. Cirugías e, incluso, trasplante deben ser hechos en algunos casos.

Cuando se trata de Amiloidosis sistémica, existe la posibilidad de hacer trasplante de médula ósea, realizar el tratamiento con células-tronco o frenar la proliferación de cadenas livianas libres por medio de la quimioterapia.

Contacto

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